David Soto, Presidente de Kyndryl España y Portugal
Los servicios esenciales como el transporte, la energía, la sanidad y otros también básicos en nuestra sociedad como los servicios bancarios son la estructura invisible que sostiene la sociedad y asegura su bienestar. La adecuada prestación de estos servicios garantiza que las personas puedan estar conectadas, tener luz y climatización adecuadas, recibir atención médica cuando la necesitan y pagar los bienes que necesitan y consumen.
En un mundo en constante cambio sometido a múltiples tensiones que van desde las crisis climáticas a las amenazas a la ciberseguridad, mantener estos servicios en funcionamiento depende en gran medida de la tecnología. Veámoslo con cinco ejemplos:
En el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, responsable del transporte terrestre, marítimo y aéreo en todo el país, Kyndryl ayuda a la gestión de sus sistemas operativos, redes de comunicación y centros de datos. Además, estamos trabajando para ayudarle a migrar a entornos basados en la nube, modernizar sus puestos de trabajo digitales y reforzar sus sistemas de ciberseguridad. En este caso, la tecnología no es un añadido: es un pilar fundamental sobre el que descansa toda la red nacional de movilidad.
Otro caso ilustrativo es el de Naturgy, una de las principales empresas de energía y gas del país. A través de Naturgy Clientes, el distribuidor digital de la firma, pretende ofrecer a sus clientes una experiencia más sencilla, rápida y eficiente. En Kyndryl hemos participado en el diseño, operación y gestión de la plataforma que hace posible su nuevo distribuidor digital Naturgy Clientes, integrando diferentes tecnologías para mejorar su robustez. En este caso, la tecnología se convierte en un puente entre la complejidad técnica y las necesidades de los clientes de sentirse guiados, informados y capacitados para tomar el control sobre la energía que consumen.
En el ámbito sanitario, el impacto de la tecnología es también profundo. El Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) ha confiado en Kyndryl para construir un nuevo centro de datos de supercomputación centrado en la medicina de precisión y la eficiencia del sistema sanitario. Este entorno permitirá desarrollar modelos de IA que mejoren el diagnóstico y tratamiento de diferentes enfermedades, todo ello con un enfoque centrado en el paciente. Aquí, la tecnología es sinónimo de esperanza: abre la puerta a nuevos avances médicos que ayudan a mejorar las circunstancias cotidianas de los pacientes y salva vidas.
En este mismo ámbito, hemos anunciado recientemente que el Servei de Salut de les Illes Balears ha depositado su confianza en Kyndryl para que le acompañe en su estrategia de mejora continua del servicio al ciudadano, diseñando, desarrollando y validando una nueva plataforma de análisis clínico-genómico experto. La Inteligencia Artificial aplicada al fenotipado y análisis genético de pacientes y familiares puede ayudar a mejorar la atención sanitaria de los pacientes de Baleares. Para ello, se desarrollará una plataforma a medida, basada en código abierto y cloud computing, de fácil portabilidad, resiliencia y seguridad, que será utilizada por médicos y especialistas.
En el sector financiero, quiero destacar el proyecto de diseño y despliegue de una nueva plataforma de analítica avanzada realizado para Bankinter a la que ya se han migrado con éxito los datos y modelos de inteligencia artificial del banco desde arquitecturas tecnológicas anteriores. En la actualidad, los consultores de Kyndryl no sólo gestionan el funcionamiento de la plataforma, sino que también colaboran estrechamente con los científicos de da ingenieros del banco, optimizando sus flujos de trabajo y acelerando la entrega de valor a las áreas de negocio. El resultado: análisis más potentes, un servicio al cliente más personalizado y una infraestructura preparada para el futuro.
En definitiva, cuando hablamos de tecnología para servicios esenciales y básicos, nos referimos a algo más que a bits y procesos: hablamos de propósito. En Kyndryl creemos que garantizar que la tecnología esté al servicio de todo lo esencial es una forma tangible y poderosa de contribuir al progreso colectivo. Contribuir a que los servicios clave funcionen de manera precisa y robusta no es sólo un objetivo técnico: es una responsabilidad con la sociedad.